“Devil Summoner: Raidou Kuzunoha vs the Soulless Army”, titulo completo del juego, es la última entrega de “Megami Tensei”, serie poco conocida en nuestras latitudes pero todo un fenómeno en el país del sol naciente equiparable a franquicias como “Final Fantasy” o “Dragon Quest”. De hecho tanto es el éxito de la misma que ha dado origen a varias subsagas, entre ellas la llamada “Devil Summoner” cuya tercera entrega es la que llega ahora a nuestras manos.
¿Y que nos cuenta la saga en general y el juego en particular? “Devil Summoner” sitúa al jugador en el Japón de principios del S.XX poniéndole en el pellejo de Raidou Kuzunoha, representante de un linaje que a lo largo de catorce generaciones se ha encargado de vigilar, capturar y/o eliminar demonios, zombies y toda clase de seres sobrenaturales, los cuales son bastante habituales en el mundo que nos presenta la historia. Acompañado por un gato parlante (sic) llamado Goutou, trabaja como detective para una agencia especializada en casos poco usuales. Este trabajo hará que su camino se cruce con el de una misteriosa joven que intenta suicidarse justo antes de ser secuestrada por unas extrañas criaturas. Es el inicio de una historia en la que se darán cita científicos locos, brujos legendarios y un plan que podría destruir la capital del país si Raidou no lo impide.
Aspectos generales
“Devil Summoner”, al igual que todos los juegos pertenecientes a la franquicia “Megami Tensei”, se enclava en el genero del RPG. Por ello el funcionamiento básico consiste en explorar a fondo todas las localizaciones, resolviendo puzzles mientras hacemos frente a enemigos de todo pelaje y condición. La derrota de estos nos aportará puntos de experiencia que permiten subir de nivel, potenciando las características del personaje y adquiriendo nuevas habilidades. Nada nuevo bajo el sol sino fuera porque los programadores han incluido algunas variaciones del esquema habitual a destacar.