Será porque se convirtió en un fenómeno en su momento, porque la excusa de las dos décadas de su aniversario deben haber recordado las ventas de entradas y de la banda sonora que catapultó a la fama a Patrick Swayze, pero en cualquier caso la mercadotecnia ha sorprendido a propios y extraños con la adaptación a videojuego de Dirty Dancing. Dirigida y escrita por dos autores sin excesiva experiencia (Emile Ardolino no se pone tras la cámara desde el año 93, su otra película "famosa" es 3 hombres y una pequeña dama mientras la guionista Eleanor Bergstein apenas ha firmado 3 libretos) Dirty Dancing reunió los caprichosos requisitos para convertirse en un fenómeno, aparentemente muy anclado en los 80, pero no todo lo que podría parecer: su reciente recreación teatral colgó el “no hay entradas” en todos los escenarios donde se representó en el Reino Unido, con más de 80.000 pases vendidos en dos días. Por si fuera poco, recientemente se hizo una encuesta de las películas que más "obsesionan" a los espectadores y el ranking de preferencias femeninas lo encabezaba Dirty Dancing (el público masculino se decantaba no obstante por la trilogía de La Guerra de las galaxias).
Será Codemasters la compañía encargada de hacer volver a sonar la melodía (que ocasionalmente reaparece en refritos de sobremesa) The time of my life. Con él aspiran a lograr el regalo perfecto para las próximas navidades en un producto que la propia compañía anuncia enfocado a los "casual" y que por propia lógica apunta a los nostálgicos.
En lo que respecta a los detalles del juego, se ha elegido un formato de "puzzle repleto de acción" y aparecerá a finales de año en soporte PC.