Si Al Capone llevase placa...
“The Shield” el videojuego se basa en la serie de televisión homónima creada por Shaw Ryan en 2002 y de la que actualmente se prepara su séptima y última temporada. Protagonizada por Michael Chiklis (“Los 4 Fantásticos”), narra el dia a dia de Vic Mackey, detective del departamento de policía de Los Ángeles y jefe del “Equipo de Asalto”, una unidad especial en la lucha contra el crimen. La particularidad reside en que tanto Mackey como su equipo son corruptos hasta la médula, no dudando en amañar pruebas, torturar sospechosos, confiscar drogas y dinero para uso propio ó incluso liquidar a un compañero policía si es necesario para salirse con la suya. Con semejante currículum no es de extrañar que tanto asuntos internos como su propio jefe, el capitán Aceveda, le pisen los talones continuamente mientras que los criminales de la ciudad se la tienen jurada.
Partiendo de una premisa con posibilidades tan atractivas, la versión para videojuego nos sitúa en uno de los momentos álgidos de la tercera temporada, cuando Mackey y los suyos acaban de robar por su cuenta y riesgo un vagón de dinero perteneciente a la mafia armenia. Los criminales van estrechando cada vez más el cerco en busca de los verdaderos responsables mientras que Aceveda está a punto de cancelar las actividades del grupo especial.
Pateando traseros y apuntando nombres
“The Shield” es un título de acción en tercera persona que pone al jugador en el pellejo de Mackey. La trama está estructurada en una serie de misiones que van desde atrapar a un sospechoso en medio de un tiroteo a colarse dentro de una casa y dejar pruebas falsas cara a una posterior redada. Paralelamente surgen objetivos adicionales, como transportar a un detenido o limpiar de evidencias una escena del crimen, objetivos bastante sencillos que nos aportarán alguna bonificación extra.
Asimismo, hay que tener un ojo siempre puesto en una especie de “indicador de brutalidad”, cuyo nivel dependerá de nuestra correcta actuación policial -detener sospechosos, presentar el dinero o las drogas confiscadas, etc-. De lo contrario podríamos ser “descubiertos” como corruptos y perder la partida. En relación a esto último está la función de registro, una especie de minijuegos repartidos por cada nivel en los que se nos da la oportunidad de registrar armarios, mesas o similares en busca de dinero, armas y drogas. Cuando sucede, una placa aparece en la pantalla y rápidamente debemos mover un cursor sobre esta, tratando de que el circulo rojo alrededor del mismo se haga mas pequeño. Si lo conseguimos antes de que agote el tiempo seremos recompensados.