Habrá un antes y un después de los sucesos de Rapture
Si bien el corazón de Bioshock es el de un shooter, las situaciones que nos encontraremos, la I.A. de los enemigos, sus reacciones y las estrategias que tendremos que usar para vencerlos ofrecen sensaciones muy distintas a otros grandes del género.
En nuestro avance por saber la verdad sobre Rapture, nos enfrentaremos a tres grandes grupos de enemigos: los splicers, las unidades de vigilancia y los mencionados Big Daddies. Los splicers son ciudadanos alterados genéticamente cuyo ansia por conseguir adam los convierte en nuestros enemigos simplemente al ser detectados. Su inteligencia los llevará a realizar grandes rodeos para atacarnos, huir si son heridos de gravedad o buscar la mejor forma de acabar con nosotros, resultando siempre un reto enfrentarse a ellos en inferioridad numérica. Algunos son realmente peligrosos como el splicer houdini (capaz de tele transportarse) o el splicer araña, que utiliza los techos para desplazarse y dejarse caer sobre nosotros. Gracias a los plásmidos nuestras opciones de defensa son muy numerosas, permitiéndonos congelar a nuestros enemigos, electrificarlos, quemarlos, o utilizar objetos para cubrirnos gracias a la telequinesia… Disfrutar de los ataques y plásmidos más poderosos no será gratis, de hecho muy pocas cosas lo serán en el codicioso mundo de Rapture. Inicialmente dispondremos de algunas ranuras donde insertar los plásmidos, pero tendremos que conseguir continuamente más cantidad de Adam si queremos mejorar nuestro arsenal comprando nuevos plásmidos y tónicos, adquiriendo más huecos, o aumentando diversos parámetros como nuestra salud máxima o la capacidad de transportar Eve, un suero inyectable que deberemos recargar para usar los plásmidos.
Potenciar las armas adecuadamente será vital para sobrevivir
Para sortear otro tipo de peligros, como son las cámaras de vigilancia o las torretas armadas, será importante utilizar los plásmidos (congelando o paralizando con ataques eléctricos) pero puede ser más útil piratear los sistemas. Si conseguimos piratear con éxito las cámaras o los sistemas de defensa, pasarán a trabajar para nosotros, atacando a los enemigos que entren en su radio de acción (torretas) o activando las alarmas (cámaras) lo que activará pequeños robots aéreos de defensa que los atacarán sin descanso. Todas estas estrategias y tácticas pueden usarse a nuestro favor, por ejemplo para preparar emboscadas a los Big Daddies, de forma que reciba un fuego cruzado que nos ayude a derribarlo. La primera vez que os enfrentéis con uno de ellos comprenderéis porque nos vendrá bien toda la ayuda disponible.
Aunque nuestras manos lanzan rayos como las de Darth Vader y podemos levantar objetos como el maestro Yoda, no somos un caballero Jedi, ya que las armas convencionales son realmente importantes en Rapture. Pistolas, ametralladoras, recortadas o lanzagranadas, son solo una parte del completo arsenal a nuestra disposición. Estas armas se pueden potenciar en máquinas especiales y vienen preparadas para usar varios tipo de munición: perforante, explosiva, eléctrica o antipersona, pero para poder aprovecharlas convenientemente, resulta imprescindible estudiar a nuestros enemigos, ya que cada clase tiene una debilidad especial a ciertos tipos de munición.
Arte, belleza visual y banda sonora para recordar.
La primera vez que jugamos a Bioshock nos pasamos más tiempo admirando su entorno que disparando, lo cual es probable que se repita entre muchos de los que se adentren en Rapture. El diseño de cada zona se muestra un derroche de talento y de imaginación únicos, exhibiendo una cantidad de detalles insultante que nos hace admirar cada rincón para no perdernos nada en absoluto. Sobre la belleza que ya de por sí muestra una ciudad futurista bajo el agua, se ha empleado con un cuidado exquisito el estilo art-decó para crear unos entornos donde nada esta fuera de lugar, por extraño y retorcido que pueda parecer en ocasiones. Para conseguir este “shock” en el jugador se ha creado un motor gráfico donde destaca el enorme trabajo dedicado a la recreación realista de los fluidos, como no podía ser de otra forma tratándose de un entorno submarino, lo que da como resultado una excepcional representación del agua, mejorada aún más en equipos que corran bajo Windows Vista y una tarjeta DirectX 10, que permite aumentar todavía más el detalle.
El trabajo de la iluminación, el sombreado así como unas texturas que consiguen dar credibilidad y volumen a cada objeto, forman parte de un apartado técnico casi tan cuidado como el artístico, dependiendo como siempre en los juegos de PC de la capacidad de nuestro sistema para moverlo con fluidez y detalle. Si el nivel de producción gráfico es para quitarse el sombrero, el cuidado puesto en el apartado sonoro no queda ni un ápice por debajo del mismo. La banda sonora ambienta de forma magistral el mundo bizarro donde nos encontramos, con temas tranquilos e inquietantes que combinan a la perfección con una historia absorbente como pocas veces hemos visto en un juego. La contundencia y realismo de los Fx muestra como de nuevo ningún detalle ha sido pasado por alto, pero ya nada nos extraña viendo el mimo y trabajo dedicado a todo el conjunto. La guinda en el apartado de sonido la pone una calidad de doblaje indiscutible, situándose al nivel de cualquier superproducción cinematográfica, donde a pesar de la cantidad de personajes y voces mostradas ninguna ha sido descuidada en absoluto, apreciándose todo tipo de matices y variedades en los tonos, por no hablar de los diversos efectos de ruido, eco, o distorsiones perfectamente simulados.