Durante más de seis años, los canadienses de EA Sports han demostrado que se puede vivir de las rentas. Las rentas, en este caso, han sido toda la serie FIFA, es decir: unos buenos gráficos, gran variedad de equipos, torneos y ligas y, también, un gran cuidado en los detalles de calidad. Sin embargo, Electronic Arts no reparó en la base, en lo crucial en un juego de fútbol, esto es: el mismo fútbol.
Mucho tiempo y una competencia muy dura han propiciado que los programadores del FIFA 2002 se pusieran las pilas y transformaran un juego muy bonito y resultón en otro igual de bonito pero que además, se disfruta del control y dominio total del balón y de la absoluta libertad de acción... cosas que eran impensables en los anteriores FIFA.
De lo que no cabe duda es de que en los ordenadores compatibles la serie FIFA ha sido lo mejor del género en los últimos años. Y es una lástima, porque debido a esto los amantes de este deporte hemos tenido que cambiarnos a las consolas para probar las mieles de otros juegos que ofrecieran más jugabilidad -y sobran nombres-. EA ha vivido de las rentas durante las primeras ediciones del FIFA y ha tardado mucho en darse cuenta de que un juego de fútbol debe ser para disfrutar-jugando-al-fútbol y no para que todo lo que hagamos esté medido y nos salga bien -cosa inédita en este deporte-. Tampoco basta con la licencia de los nombres de los jugadores, muchos equipos para elegir y movimientos muy bonitos. No me entendáis mal: todo eso está muy bien, pero no basta.
Tras la aparición de una dura competencia en el género deportivo, y más concretamente en el de fútbol, los programadores de EA Sports han decido crear un juego en el que se pueda jugar al fútbol. Y lo cierto es que se han acercado bastante. Sin mencionar ya todo lo que nos ofrecía la saga, ahora además, nos ofrecen buen juego y mucho, mucho cuidado en la jugabilidad. Gran diversidad de pases nuevos -profundidad y al hueco- una barra para determinar la fuerza de estos pases -y poner el balón donde mas duela al contrario- una libertad del balón total -para no chutar desde le centro del campo y clavarla en toda la escuadra- y una inteligencia artificial que nos hará aplaudir los goles del contrario.
Para todos aquellos a los que os gustaba que vuestros pases fueran perfectos, que la estrategia futbolística fuera nula, y que el contrario fuera peor que el equipo de mi barrio... abandonad. El balón -por fin- es ajeno a las ataduras y sólo hará lo que vosotros le digáis, bueno no, más bien lo que seáis capaces de decirle que haga. Por que a partir de ahora vais a fallar mucho, pero que mucho y vuestros tiros a puerta y pases por simples que parezcan van a ser frustrados por el contrario si no os centráis de verdad. En definitiva, como el fútbol de verdad.
También hay que mencionar el fantástico nivel de juego del contrario. Hay que elegir muy bien la táctica frente a tu adversario así como posicionar bien las líneas tanto defensivas y ofensivas para poder acabar el partido con un buen resultado. Tu oponente -si es el ordenador- lo tiene bien claro en ese sentido ya que según la importancia del equipo tocará mejor el balón y distribuirá mejor el tiempo, de tal manera que jugará a pases largos si empata o pierde y mantendrá la posesión del balón si está ganando. Vamos, todo un nuevo reto para los jugadores del FIFA 2002.
Hablando de algunos fallos, hay que hacer mención a algunos movimientos que no se han cambiado desde la primera edición del FIFA. Algunas acciones siguen siendo demasiado mecánicas y los controles pueden llegar a responder muy lentamente, cosa que a larga puede ser irritante. El contrario sigue beneficiándose de la mayoría de córners, cabezazos, despejes y robos de balón; hay que ajustar esto para que la lucha por el balón sea igual para ambos equipos. Se siguen marcando demasiados goles y aunque la dificultad está muy bien ajustada es demasiado frecuente ver más de cinco goles en un partido.