Crazy Taxi vió la luz como un arcade de recreativa en 1999, y desde entonces la franquicia ha sido vista en la mayoría de consolas domésticas con salida desde esa fecha. Tan solo una vez tuvo su versión para un dispositivo 100% SEGA (Dreamcast, en 2000), mientras que PS2, Game Cube y Game Boy Advance tuvieron sus propios ports a posteriori. 2001 traería consigo una secuela de la serie para Dreamcast, y Xbox, por su parte, tendría años más tarde una tercera entrega, que incluiría también los escenarios de los dos primeros juegos. PSP no duda ahora en darle un lavado de cara, una vez más, a la conocida saga de carreras con taxímetro, compilando en un mismo UMD los dos primeros títulos de Crazy Taxi, con algunos añadidos, algunas desmejoras (las menos), y el uso de algunos elementos característicos de la portátil de Sony.
A la esquina de Gran Vía con Plaza España, por favor.
A pesar de que trascurran los años, el método de juego sigue inalterable: detén el taxi en las proximidades de un cliente, espera a que suba al coche, y arranca en la dirección que indique la flecha. Cuanto más juegues, más conocerás todos los recovecos de la ciudad y los atajos que te sumen más segundos al contador. Cuanto menos tiempo tardes en llegar y más arriesgues sobre el asfalto, más dinero sumarás a la carrera. Los jugadores veteranos que tengan el mapeado grabado a fuego en las retinas tendrán pleno control de la versión portátil, y los noveles no tardarán en coger el truco a las marchas.
Al no contar con novedades realmente palpables, los usuarios que ya disfrutaran de Crazy Taxi en versión original pueden echarse para atrás en este intento de rescatar del olvido a la saga. La única gran inclusión, que da nombre al título, es la opción multijugador a través del sistema ad-hoc, que permitirá competir a dos jugadores por la bajada de bandera más larga.
Pero, en esencia, nos encontramos con los mismos juegos que una vez ya tuviéramos en nuestras manos. Los mismos minijuegos, idénticos mapas, mismas localizaciones de llegada (con algunos nombres cambiados, por temas de derechos y marcas –ya no podremos llevar a nuestros clientes al Pizza Hut). Los controles, que incorporan un innecesario freno, se reducen a cambio de marcha (hacia delante, marcha atrás), acelerar, y dirección, junto con el botón de salto añadido en Crazy Tazi 2, que transporta lo que era un título de conducción arcade al género de la ciencia ficción. Varios modelos de coche, todos ellos reforzados con kevlar, que jamás sufrirán ni un rasguño. Y toda la vida útil que nuestras manos consigan arrancar al contrarreloj.