Y, sin embargo, Mario y Sonic Etcétera falla en su mecánica de juego. En la mayoría de las pruebas no existe una competencia real con el resto de jugadores: no podemos chocar con ellos, impedirles ejecutar su maniobra o fastidiarles de algún modo. En las carreras, cada uno circula por su carril. En las pruebas de atletismo, se lanza la jabalina y se salta por turnos. Quien mejor ejecute la acción se llevará el gato al agua, en una secuencia que debemos repetir una y otra y otra vez. Si un título de estas características en PSP hubiera sido un machacabotones, aquí tenemos un destrozapantallas, que nos obligará a utilizar el stylus en la táctil, izquierda y derecha para correr, toca para saltar y golpear, muévelo lo más rápido que puedas para coger velocidad. Quien mejor lo haga (mover el palito, vaya), será el ganador.
Tan solo algunos duelos se libran del castigo de la repetición. Las pruebas Fantasía, que se escapan de los protocolos olímpicos e incluyen ataques especiales, combos y carreras libres, se respiran como una brisa fresca, pero que rápidamente nos conduce al mismo punto de partida: si quieres seguir desbloqueando minijuegos, tendrás que superar de nuevo diez de los que ya has jugado treinta veces. Hasta que te canses.
Más allá de los personajes, es la modalidad multijugador la que se lleva los honores en este cartucho: los gráficos son aceptables y la música se limita a algunas melodías y fanfarrias deportivas. Como broche, completa el título un menú de divertimentos relacionados con curiosidades del mundo olimpico. Y poco más. SyMenJO es un arcade deportivo entretenido que da para unas cuantas horas de juego y algunas buenas partidas entre colegas de Nintendo DS. Quien quiera ver una auténtica competición entre estas dos estrellas del videojuego, hará bien haciéndose con el futuro Super Smash Bros Brawl: mientras tanto, pueden abrir boca con el Salto de Longitud. Después ya no habrá tiempo para el descanso.