Sigue estando por debajo de otros juegos lanzados para Xbox360, pero mantiene el tipo en casi todos los apartados técnicos.
Una mejor opción que usar a nuestro compañero de carnaza la disfrutaremos jugando al modo cooperativo a través de Xbox Live, coordinándonos de forma más divertida y sobre todo más efectiva para las zonas más complicadas, pero lamentablemente esta opción solo estará disponible durante determinadas misiones basadas en el modo historia, sin llegar al nivel de integración total que ya disfrutamos en Halo 3.
Solos o en compañía nos adentramos en un nuevo shooter que viene a competir en un género saturado de obras maestras, lo que quizá sea su mayor enemigo. La frescura que Turok trata de aportar se sustenta en otorgar gran parte del protagonismo a los dinosaurios, siendo las continuas luchas con estos bichejos la mejor parte del juego.
En los momentos (también bastante numerosos) en que luchamos contra enemigos humanos ya es donde Turok se diluye ofreciendo un poco más de lo mismo al jugador. El armamento resulta bastante limitado para tratarse de un shooter, sobre todo teniendo en cuenta la sangrienta variedad de sus primeras entregas donde el famoso “cerebral bore” causó sensación entre los jugadores de la época.
En esta ocasión y tratando de acercar al jugador la sensación de estar realmente cerca de un dinosaurio, se han incorporado secuencias donde lucharemos a brazo partido (de una forma un tanto exagerada) contra ellos, utilizando nuestras propias manos o el cuchillo. Es aquí donde nos daremos cuenta de la excesiva potencia que tenemos usando el cuchillo, ya que con el acabaremos con ellos rápidamente mientras que soportan una buena cantidad de plomo usando armas de fuego.
Curiosamente el nivel de sangre mostrado resulta un poco reducido para tanta carnicería, pero claro, hay que tener cuidado no sea que algún político acabe escandalizado con el resultado y en el próximo Turok tengamos que acabar con los enemigos a besos. El sigilo trata de ser una parte importante del juego, sobre todo apoyándose en el uso del arco, pero este sistema no siempre funciona, ya que los enemigos presentan algunos fallos en la inteligencia artificial que los lleva a detectarnos o ignorarnos en ocasiones donde deberían hacer lo contrario, no pasa siempre pero cuando lo hace resulta bastante frustrante.
La esporádica e impresionante aparición del Tyranosaurio Rex no sirve para tapar un devenir bastante previsible y sobre todo lineal, lo que convierte al nuevo Turok en un shooter pasable, con algunos buenos momentos, pero que tras jugarlo parece faltarle ese plus que convierte los juegos buenos en grandes títulos. La faceta multi-jugador de Turok ofrece los típicos modos de juego, Deathmacht o capturar la bandera entre otros, con el aliciente de los dinosaurios, unos invitados que atacan a todos los jugadores por igual, siendo un peligro constante para todos los equipos en juego.
Lástima lo ya comentado del modo historia, la posibilidad de disfrutar de todo el juego en cooperativo hubiera sido todo un acierto, a pesar de tener que tomar su tiempo en el re-diseño de algunos escenarios. En la parte técnica Turok no sale mal parado, presentando un motor gráfico estable que permite mostrar gran cantidad de vegetación sin problemas así como unos buenos efectos de iluminación, destacando mucho el nivel de detalle de las zonas exteriores frente a los interiores, siendo bastante más modestos en su diseño y calidad. Los modelados alcanzan un diseño de calidad en los protagonistas y en los dinosaurios, bajando hasta la clonación más exagerada de los enemigos humanos, sin apenas variedad entre soldados. Sigue estando por debajo de otros juegos lanzados para Xbox360, pero mantiene el tipo en casi todos los apartados técnicos. Donde si logra destacar es en el sonido, con una banda sonora que logra realzar los momentos más tensos y unos efectos sonoros que logran ponerte los pelos de punta con gruñidos, gritos o las potentes pisadas del rey de la jungla, el temible Tyranosaurio.