Jugando con el Sixaxis también podemos apreciar las grandes diferencias entre el modo normal o el profesional en cuanto a la física, pero muy lejos de las sensaciones que proporcionan los volantes de Logitech, pudiendo usar cualquiera de los oficiales lanzados para PS2 con buenos resultados. Los verdaderos profesionales sin problemas económicos deben apuntar un nombre en su lista: Logitech G25, un modelo que representa lo más cerca que podemos estar de sentir las sensaciones de conducción real mientras usamos un videojuego.
El número de pruebas que puede parecer en un principio algo escaso, realmente no lo es tal, dividiéndose las pruebas entre cuatro categorías ( C,B,A + S desbloqueada tras ganar en las demás) si bien es cierto que debido al escaso número de circuitos distintos (6 + el modo espejo) acaba provocando cierta sensación de déjà vu. Sin embargo, cuando logreis desbloquear el Formula uno de Kimmi Raikkonen a buen seguro nunca os cansareis de pilotar una y otra vez, para más tarde recrearos la vista con unas repeticiones a la altura de lo que la saga representa edición tras edición.
Espectáculo visual... y más.
GT5 presenta un adelanto en la física así como en la inteligencia artificial, pero como suele ser habitual Gran Turismo Prologue impresiona en primer lugar por su altísima calidad visual, que según sus creadores aún tiene margen de mejora en el tiempo que queda hasta su lanzamiento. Centrándonos en esta edición, dos cosas siguen destacando con una calidad apabullante: la excelente iluminación de la que siempre ha gozado esta saga, y un modelado que queda ya muy cerca de la realidad. Sobre la iluminación, hace gala de un mayor realismo valiéndose de la potencia de la consola, cumpliendo con lo que esperábamos viendo sus antecedentes. Como novedad, destaca la excelente aplicación del filtro Hdr, que muestra con sutileza unos efectos de iluminación más reales si cabe (cegarnos al salir de un túnel, etc…) sin la recarga ni el mal uso que tantas otras veces hemos visto por aplicar el filtro de forma exagerada. Además, otros efectos como el del polvo en los circuitos de tierra o el humo se representan de forma excelente, eliminando uno de los pequeños fallos que lógicamente el hardware de PS2 no podía solucionar de forma eficiente.
Del modelado utilizado en los vehículos no hay mucho que decir, tan solo recalcar su fidelidad extrema hacia el modelo real al que representan, una fidelidad que en esta ocasión ha llegado hasta el interior del coche, reproduciendo de forma milimétrica todos los salpicaderos de cada vehículo, un trabajo auténticamente demencial que los chicos de Polyphony han conseguido recrear de forma asombrosa.
Y ya en el exterior del coche, baste con mencionar que se ha pasado de utilizar 4000 polígonos por coche (Gran Turismo 4) a más de 200.000 multiplicando exponencialmente los detalles hasta replicar de forma casi exacta al modelo real. Los entornos, especialmente los urbanos como el de Londres, tambien han sufrido un gran lavado de cara, presentando un aspecto tremendamente real, pero quizá sea un punto donde todavía se pueda mejorar.
Puede apreciarse un ligero efecto de Tearing en ocasiones muy puntuales, pero el conjunto visual que ofrece GT5 P (1080 P a 60 frames) es a día de hoy un ejemplo del que todos los demás juegos de conducción deberían aprender.