En estos tiempos parece ser que hay un interés generalizado por los juegos con temática de la 2ª Guerra Mundial. Solo hay que echar un vistazo a cualquier tienda de videojuegos para observar la gran cantidad de simuladores de vuelo, juegos de estrategia y shooters que salen al mercado. Por supuesto no son la mayoría (ni mucho menos), pero sí que se nota esa ligera tendencia a hacer juegos con el mismo telón de fondo.
Hace poco analizamos Return to Castle Wolfenstein, el título de Gray Matter, cuyo modo multijugador ha cautivado a todo el que lo ha probado, así como sus brillantes gráficos. Pues bien, ahora le toca el turno a Medal of Honor: Allied Assault, que compitió muchas veces por la fama con RTCW en las diversas ferias y eventos sobre videojuegos celebrados en los últimos años. Era casi inevitable ver un avance sobre uno de estos juegos que no mencionara a su competidor más directo. Mientras que Medal of Honor apostaba por una trama más realista, el otro contaba con una historia algo más imaginaria todavía, con un argumento lleno de ocultismo y extraños experimentos nazis.
Si ambos juegos hubieran salido a la vez, no cabe la menor duda de que la competencia hubiese sido feroz. Pero no ha sido así, ya que han salido con suficiente tiempo de diferencia como para podernos centrar en los dos por separado. Y pensándolo bien, ha sido una suerte que haya ocurrido de esta manera, porque ambos juegos son fantásticos y merece la pena jugarlos al máximo y disfrutar por entero de toda su esencia.
Pero vayamos al grano. ¿Qué tiene de especial Medal of Honor? ¿Qué lo hace ser tan diferente? Bueno, como seguramente ya habrás visto en muchos avances sobre el juego, si se hiciera una película sobre el soldado Ryan, esta sería MoH. Esto es cierto en parte, ya que si bien hay escenas casi (por no decir totalmente) calcadas de la película, en varias ocasiones te encontrarás solo en medio de territorio de las que se veían en la película. Esto lo mencionamos para todos aquellos que piensen que el juego no es más que una simple copia de ciertos momentos del film. En absoluto, el juego es muchísimo más que eso, y va más allá de lo que muchos imaginan.
Para empezar, el juego funciona con el alabado motor de Quake III. La calidad gráfica es bastante buena en ciertos puntos, pero no en todos. Por ejemplo, el modelado de los personajes no es tan bueno como el de RTCW. De hecho, las caras de algunos personajes tienen un semblante un tanto cadavérico. Sin embargo, no tiene nada que envidiarle en lo que a animación facial se refiere. Lo mismo se puede decir de la IA, de la jugabilidad... Y es que RTCW es una gozada visual, pero comparado con MoH le supera en eso y en poco más. Desde luego, esto va a gustos de la gente. MoH no es un mata-mata cualquiera; no consiste en cargarte todo lo que se te ponga delante, sino que pretende ofrecer otro tipo de experiencia más enriquecedora, donde no prime tanto la acción, sino la atmósfera.
Y ese es precisamente uno de sus puntos fuertes: la atmósfera. No es otro Operation Flashpoint, ya que no requiere tanta planificación táctica, pero imagínate estar en una ciudad semiderruída con francotiradores nazis acechando en cada esquina, con esa neblina que apenas te deja ver lo que hay dos bloques más adelante... A eso nos referimos. Este ambiente te envuelve por completo y te mete de lleno en el campo de batalla, y experimentas ese sentimiento de inseguridad, de no saber quién y de dónde van a salir.
El plato fuerte del juego, que ha sido anunciado a bombo y platillo desde el primer avance que se publicó de MoH, es el desembarco de Normandía. De hecho, casi todas las capturas de pantalla que se vieron del juego en los avances previos a su lanzamiento eran de la playa Omaha. En ella lo único que debes hacer es sobrevivir, y créenos, no es nada fácil. El semblante con la susodicha película alcanza su máximo exponente aquí, donde las balas silban y las bombas caen por doquier, haciendo saltar por los aires a los soldados que te rodean mientras tú buscas un lugar en donde ponerte a cubierto. Además, imaginarse que todo lo que pasó en la realidad aquel 6 de junio de 1944 fue así, tal y como lo muestran, es realmente conmovedor. No podemos decir que vivir la experiencia del desembarco de Normandía nos haya defraudado.
La banda sonora del juego es fantástica. Claramente inspirada en los temas de John Williams (verás que hay momentos que recuerdan a Indiana Jones o hasta Star Wars), consigue meterte aun más en la trama y ambienta muy bien el juego en general. Los sonidos de las armas y las voces también están a la altura. Los soldados hablan en alemán y en ocasiones verás lo que dicen mediante los subtítulos, que están bien traducidos al castellano. El resto de voces están todas en inglés.
Curiosamente, el juego solo nos permite instalarlo en la opción de "completa". Las opciones de instalación mínima y media no aparecen aquí, y además el juego ocupa 2 CDs. Si no tienes mucho espacio en tu disco duro vas a tener que hacerle bastante sitio: no hay otra opción. Aun así, hay muy pocas cosas que le podamos reprochar a MoH. Si hay bugs, la verdad es que no se notan mucho. Siempre verás algún error de clipping, pero aparte de esto lo demás funciona a la perfección. Incluso la IA de tus compañeros es bastante más buena que la de los personajes de RTCW, así que prepárate a vivir unos de los combates más realistas que hayas vsito nunca. Eso sí, en el modo multijugador, RTCW se lleva la palma, aunque tampoco está nada mal.