Gráficos marca de la Casa
La parte gráfica es lo único que salva a este sucedáneo de Sonic sin ser estos los mejores gráficos que puede generar una Wii. Son vistosos y coloridos. Las escenas CG están perfectamente integradas (pero no subtituladas) y las películas que preceden a cada carrera, generadas con el motor del juego, son divertidas y al menos hacen que apetezca ir desbloqueando nuevos capítulos.
El sonido es otro aliciente para los fans acérrimos de este personaje. Junto con los FX típicos de sus aventuras se pueden escuchar geniales melodías que acompañan a cada carrera, lo que le da un toque marchoso a cada competición. Lástima que haya que repetir tantas veces un mismo circuito ya que se puede terminar con la canción incrustada en el cerebelo y sin poder sacarla durante un buen rato.
Es por ello que este Sonic Riders no es más que una entrega innecesaria que sirve para explotar el filón de las mascotas con las que creció toda una generación de jugadores y que les sacará algunos cuartos sólo por arañar esta nostalgia intrínseca.
Avisados están todos los lectores. Sonic Riders Zero Gravity es un juego puñetero y difícil, al que hay que sacarle mucha punta para disfrutarlo por completo.