Republic: The Revolution es el título que Elixir Studios llevaba desarrollando desde hace ya varios años, y que ya se empezó a anunciar como un gran juego muy innovador y con un gran potencial 3 años atrás. Ahora por fin lo tenemos en las tiendas, y como no podía ser de otra manera, teníamos que comprobar que realmente era tan bueno cómo se auguraba. Pues bien, ahora que por fin lo hemos podido probar durante varios días podemos decir que, desafortunadamente, no está a la altura de lo que se esperaba de él. Vamos a ver cuáles son las razones de que un juego tan esperado no haya cumplido todas las expectativas.
En primer lugar, cabe aclarar que no es un juego poco recomendable. Hay que matizar esto muy bien. Lo que sí es cierto es que su complejidad puede echar atrás a muchos jugadores que se hayan creado una idea equivocada sobre el juego, y que seguramente serán muchos. Republic es un juego de estrategia, pero si eres de los que disfrutan con la serie Command & Conquer o WarCraft, por citar 2 ejemplos, posiblemente Republic no sea lo que buscas, ya que es mucho más pausado. Dicho esto, veamos de qué trata el juego.
La historia se desarrolla en un país imaginario llamado Novistrana, una ex-república soviética que ahora está en manos de un presidente corrupto. Nasarov, que así se llama este ser despreciable, era el jefe de los servicios secretos años atrás, y él fue el responsable del secuestro y posterior muerte de tus padres, sin motivo alguno. Tu personaje contempla todo aquello sin poder hacer nada y jura venganza contra Tarasov, que consigue llegar a ser presidente de Novistrana, instaurando una dictadura donde el terror y la represión están a la orden del día.
Lo primero que veremos al iniciar nuestra primera partida es una serie de 10 preguntas con 4 posibles respuestas cada una. Según la opción que escojamos, la ideología de nuestro personaje se decantará hacia uno u otro camino.También deberemos escoger el emblema de nuestra facción, así como el nivel de dificultad que queremos para la partida. A partir de entonces empezaremos a jugar con nuestro personaje y podremos empezar a realizar acciones en la ciudad.
Las ideologías se basan en una mezcla de 3 factores interrealacionados entre ellos. Éstos son la fuerza, la influencia y el dinero, y cada uno de ellos se representa mediante un color que aparece representado en un semicírculo dividido en 3 sectores de diferentes tamaños, dependiendo de la importancia que ese personaje le dé a cada factor. Hay que tener en cuenta que , por ejemplo, la fuerza puede con la influencia, la influencia con el dinero y el dinero con la fuerza. Esto se tiene en cuenta a la hora de emprender acciones en la ciudad, ya que dependiendo de la ideología del distrito, un tipo de acciones tendrán más efecto que otras.
¿Acciones en el distrito? Sí, y es que para empezar tu revolución particular empezarás con una facción en la que inicialmente solo estarás tú. Más tarde tendrás que ir reclutando a gente para que te ayude emprendiendo acciones (que irán acordes a su ideología) por los diversos barrios de los que consta la ciudad. Éstas acciones pueden ir desde colgar carteles y repartir panfletos hasta extorsionar o incluso asesinar a un personaje de una facción rival. Y es que no eres la única facción que existe, y para llegar al poder tendrás que pasar sobre las otras. La forma de hacerlo depende única y exclusivamente de ti, pero has de tener en cuenta que tu ideología puede ir cambiando según lo que hagas, y que tus compañeros pueden abandonar tu facción si tu forma de pensar empieza a distar demasiado de la suya.
Todas estas acciones se desarrollan sobre un mapa en 2D que representa la ciudad y sus distritos. También se ven los personajes, tanto amigos como rivales, moviéndose por las diferentes zonas. El apoyo que cada facción tiene en cada distrito se representa mediante un diagrama de sectores con el porcentaje de popularidad de cada barrio. Y en función de ese apoyo, y por cada día que pase, se te darán puntos de cada una de la ideología (o ideologías) que tenga ese barrio. Dicho así resulta un poco complicado de entender. El caso es que las acciones que realices se han de “pagar” con esos puntos que irás consiguiendo día a día. Un mitin, por ejemplo, cuesta 50 puntos de influencia, y una pintada en una pared, 10 de fuerza. Tú decides cómo y dónde quieres gastar esos puntos durante las 3 etapas de las que consta cada día, y en las que tus personajes podrán irse desenvolviendo.
Visto el desarrollo del juego, que si hubiésemos tratado con más profundidad nos hubiese ocupado páginas y páginas (y cualquiera que vea el manual del juego lo podrá corroborar), ya que es bastante más complejo de lo que puede parecer aquí, vamos al apartado gráfico y de sonido. Sobre el motor del juego, hemos de decir en primer lugar que pide una cantidad de recursos excesiva. Con un ordenador potente aún tendremos que ir rebajando detalles en la configuración de vídeo para que el juego corra medianamente bien. La representación de la ciudad y los personajes es buena, pero su función es meramente ornamental, ya que el desarrollo del juego se decide sobre el mapa en 2D de la ciudad. Si pasas a modo ciudad simplemente podrás ver cómo tus personajes pegan carteles, reparten panfletos o realizan todo tipo de acciones. Las primeras veces resulta muy curioso y es entretenido, pero luego cansa un poco ver siempre lo mismo, con lo que el juego puede reducirse a un encargo de acciones a granel y a acelerar el tiempo al máximo para hacer que se cumplan lo antes posible, antes de analizar la situación otra vez para decidir futuras acciones.
El sonido es un punto fuerte del juego. La banda sonora incluye ópera y orquestas sinfónicas de gran calidad, pero hay pocos temas, por lo que finalmente nos encontraremos escuchando siempre los mismos temas una y otra vez. Respecto a las voces, están en un idioma que no sabríamos decir si es ruso o un lenguaje inventado que se le parece mucho. Lo que sí sabemos es que los personajes también repiten mucho las mismas frases en situaciones totalmente distintas.
En definitiva, Republic es uno de esos juegos que podrás amar o detestar, pero que sin duda no te dejará indiferente. Es muy difícil recomendar este juego, por los motivo que ya comentábamos antes, pero como regla general, creemos que a los que gusten de un juego sin prisas y sin acción a raudales podría ser de su agrado. En todo caso, alquilarlo antes de comprarlo sería una buena idea en todos los casos de duda, pero dadas las características tan particulares de este título, es aún más recomendable.