Siempre que se presenta una conversión a videojuego basada en una película de renombre, y más si coincide con el momento de su lanzamiento, solemos encontrarnos el típico producto de relleno cuya única razón de ser es la sana intención de recaudar fondos gracias a la fama del protagonista. En esta ocasión parece que Secret Level ha tratado de esforzarse más, y lo que aquí trataremos de averiguar es hasta donde han podido llegar.
Antes de meternos de lleno en la acción que promete Iron Man, resulta totalmente recomendable ver la película en un buen cine, ya que sus creadores han conseguido crear una de las mejores cintas de superhéroes de los últimos años, un espectáculo que sin duda merece la pena ver en la gran pantalla. Sin haberla visto, conviene saber que el argumento desvela partes importantes del argumento y lo mismo puede hacer nuestro análisis, cosa que es obligado avisar.
Compartiendo protagonista, controlaremos a Tony Stark, el genio multimillonario propietario de la mayor empresa de armamento de Estados Unidos, con numerosos contratos millonarios con el Ejercito que le llevan a poseer una enorme fama y fortuna. Tras un peligroso incidente en Afganistan, Stark es secuestrado por unos radicales que tratan de obligarle a crear para ellos una de sus armas más mortíferas, pero lejos de rendirse y congeniando con un inesperado aliado, pone su mente en funcionamiento para crear “algo” que los permita escapar de sus captores.
Los terroristas facilitan a Tony toda clase de equipamiento avanzado para la creación de dichos misiles, pero en secreto él está ideando la que será su visión inicial de su armadura de combate, el embrión de Iron Man. Es aquí donde por fin podemos tomar los mandos del juego, controlando la tosca creación inicial de Tony Stark, un modelo básico pero suficientemente resistente y armado como para tostar a nuestros malditos secuestradores y destruir su arsenal de armas.
Yo, Robot.
Tras esa temprana pero efectiva versión del traje, Tony “Iron Man Stark” se pone manos a la obra para mejorarlo. A partir del segundo nivel ya podemos controlar una versión casi definitiva mientras aprendemos lo necesario para controlarlo con eficacia. Este será uno de los puntos importantes donde tendremos que practicar, ya que el control no es todo lo accesible que uno podría esperarse de un título con un planteamiento arcade. Sin llegar en absoluto a convertirse en un problema, el uso de numerosos botones del mando (acelerar, disparar, combustión, etcétera) nos mantendrá un tanto ocupados durante los niveles iniciales, pero precisamente por eso resultan más accesibles mientras aprendemos las nuevas funciones que se van incorporando.