Mejorar lo mejorable
Un volante que funciona a la perfección y que hace del manejo de nuestro kart algo terriblemente natural; varios modos alternativos de manejo para quien no tenga uno de repuesto o prefiera métodos diferentes (sin volante, tirando simplemente de Wiimando o con un mando clásico); un entramado de fases repletas de color y retos diferentes en la mejor tradición de Mario; su alegre banda sonora bebiendo de todo el universo de Nintendo y sus protagonistas... Vale, lo grande sigue siendo en gran parte lo que ya era grande, pero el remate en forma de sus dos poderosas novedades mencionadas ha sido enorme. Desde la votación y sorteo del circuito en que competir, la inclusión de un canal exclusivo con clasificaciones o un chat (muy básico eso sí), permitiendo además la posibilidad de que 2 jugadores entren en la red desde una misma máquina, se da aire a una consola acostumbrada hasta el momento a quedar por detrás de sus rivales en temas de competición on-line. Tan solo el descuido del multijugador local y falta de opciones clásicas de la serie al haber priorizado el on-line pueden ensombrecer este aspecto.
Probablemente sea continuista o le falten nuevas carreras o ganas de hacer algo verdaderamente diferente. Pero con lo que teníamos y lo que hemos recibido de nuevo el único verdadero problema es no dejar de pensar en cuándo sacaremos unos minutos para volver a competir.