La mecánica de avance es sencilla, investigar escenarios recogiendo pistas, averiguar los datos suficientes sobre el misterio que ocupa a los protagonistas y una vez conocidos los personajes del capítulo y escenarios -sin duda la parte más aventurera y detectivesca de todo el juego- llega el delirio jugable que son los juicios. Estos son momentos que se quedan grabados en el recuerdo del usuario gracias al desfile de secundarios delirantes, declaraciones que no dejan de contradecirse una y otra vez, y las tácticas del protagonista para ganar todos los juicios que se le presenten.
El jugador puede -y debe- interrogar, presionar al testigo, presentar pruebas para refutar o contradecir, protestar, interrumpir etcétera. Si el jugador se equivoca o mete la pata, el juez irá perdiendo la paciencia y acabará por declarar culpable al cliente de Apollo. Así de sencilla y de adictiva es su mecánica.
Novedades y sorpresas
El elenco de protagonistas es completamente nuevo salvo los enlaces con la saga anterior. Por ello, nuevos caracteres salpican los cuatro inmensos capítulos que conforman la historia. A medida que se resuelvan los casos, una trama y misterio aún mayor irá desvelándose, con lo que la sensación de estar abordando el capítulo de la vida de un joven abogado es sensacional.
Entre las novedades que se presentan en los juicios está la recreación 3D de las escenas del crimen, que pueden irse alterando o modificando a nuestro gusto según debamos actuar y la nueva habilidad del personaje que controlamos, el sistema de percepción, muy parecido al don que poseía Phoenix en las anteriores entregas.
La música acompaña perfectamente todos los momentos, dando ese toque pausado cuando es necesario y adrenalítico cuando nos enfrentamos a un momento clave de la aventura.
Todo ello conforma una aventura gráfica que no roza la perfección porque una vez jugada apenas aporta nada nuevo, salvo disfrutar de las secuencias e ilustraciones “made in Capcom”. Tras esta entrega vendrán muchas más: cuando la compañía encuentra una fórmula mágica la exprime hasta sus últimas consecuencias (sólo hay que ver el caso de Megaman), pero si son tan sobresalientes como este Ace Attorney: Apollo Justice, bienvenidas sean.