Muchas modalidades, mucha diversión
Tanto héroe (y antihéroe) no podía ser mejor aprovechado gracias a la multitud de opciones que se nos ofrecen. Aún así, la modalidad estrella es sin duda la de 'Emisario Subespacial', donde nos encontramos con peculiar modo historia en que trataremos de ir desbloqueando los personajes secretos a medida que superamos los distintos combates y fases. Sí, fases. Y es que, aunque Smash Bros. sea un título de lucha, en este modo las misiones combinan batallas con largos recorridos plataformeros y, por supuesto, diversos jefes finales. Todas perfectamente adecuadas al personaje que manejamos. Por ejemplo, volver a la mítica jungla de Donkey Kong con el simio más famoso del mundo de los videojuegos saltando de barril en barril es un auténtico lujo. Algo a lo que hay que sumar los vídeos de altísima calidad que se intercalarán entre fase y fase y que, lejos de ser una mera transición entre misiones, se convierten en todo un aliciente visual con algo que contar.
Otra opción muy recomendable para los usuarios individuales es el modo 'Clásico', que cuenta con 12 combates, más algunas fases de bonus y que, como su nombre indica, es el más tradicional de todos (lo único que se echa de menos es un final para cada luchador). Si lo que queremos es batirnos en duelo con algún amigo, el abanico de opciones es más que amplio: tanto los luchadores como las características de combate son absolutamente personalizables de manera que nosotros elegimos exactamente cómo pelear. Y luego podemos jugar con más compañía todavía: el modo torneo supone una prueba de fuego para todos, mientras que la opción rotación permite ir jugando a varios contendientes uno tras otro de manera bastante dinámica.
Como guinda a unas opciones offline excelentes, el juego en red no se queda atrás. La oferta ahí se divide principalmente en dos: peleas contra los amigos o contra cualquier persona del mundo. Finalmente, si después de meses con estas modalidades aún queremos más, el modo baúl nos aguarda permitiéndonos consultar los objetos especiales conseguidos, a la vez que ver vídeos o diseñar nuestros propios escenarios (que, después, se pueden compartir vía online o bien utilizar en cualquier enfrentamiento). Conseguir todos los objetos del baúl y terminar el Smash Bros. al 100% es un reto que puede superar incluso el año.
Una banda sonora de 10
Para que todos los ídolos de las consolas aquí reunidos luzcan como nunca, Super Smash Bros. Brawl cuenta con un motor gráfico espectacular, que alcanza los límites técnicos de la Wii, sin resentirse después por ello. Ya sea con uno o veinte personajes en pantalla y un escenario absolutamente cuidado y en constante movimiento, la velocidad del juego no se resiente ni un ápice.
En cuanto a la banda sonora, para enmarcar: más de una centena de temas clásicos componen este repaso a la historia de las consolas en los últimos treinta años, con colaboraciones de renombre como las de Nobuo Uematsu (Final Fantasy), que ha creado el tema principal, o Koji Kondo (Zelda y Mario). Por algo se ha creado en el menú principal un apartado donde podemos escuchar cada una de las canciones que vamos consiguiendo a medida que pasemos las horas luchando con Mario y compañía. Seguro que hay más de un tema que hacía años que los veteranos no escuchaban y que hace que rememoren grandes viejos tiempos. Esto es algo que consigue Super Smash Bros. Brawl en todo momento.