Con 'Caballeros de la Antigua República' Bioware dio con la mejor forma de expandir el rico universo de Star Wars poblándolo de personajes y situaciones memorables, al tiempo que daban más fuerza a la riqueza y la interacción entre ellos. Mientras Obsidian hacía un trabajo decente continuando la saga, Bioware cocinaba uno de los mejores títulos del 2005, ambientando Jade Empire en un mundo inspirado en la antigua China.
Una característica única ha impregnado todos sus lanzamientos es la posibilidad de vivir la historia desde dos perspectivas: El lado oscuro y La fuerza en Star Wars, La senda de la mano abierta y el camino del puño cerrado en Jade Empire), en tanto que en Mass Effect se mide por nuestra rebeldía o buenos actos.
Ahora el argumento nos lleva al año 2138, una época donde el hombre ha conseguido viajar a cada rincón de la galaxia. Con multitud de razas y planetas descubiertos, se ha hecho necesaria la creación de la alianza de sistemas como última línea de defensa para mantener vigilado el universo hasta ahora conocido. Nuestro personaje será el comandante Shepard, sobre quien recaerá la difícil tarea de tratar de detener esta nueva amenaza, haciéndose cargo de una de las naves más avanzadas de la alianza. Lo que inicialmente parecía una misión rutinaria, acaba convirtiéndose en una a vida o muerte con el destino de todo el universo conocido.
Bioware ha conseguido con Mass Effect aunar las virtudes de un juego de rol, las sensaciones de una aventura y la adrenalina de uno de acción. Todo en su desarrollo es grande, las localizaciones, los planetas, las situaciones y una abrumadora cantidad de personajes y conversaciones interesantes que pueden tener lugar. Como sucede en otros de los títulos de sus creadores, bajo un objetivo principal inicialmente difuso subyacen cientos de tramas y misiones secundarias que logran enriquecer enormemente la experiencia. Ahí fuera encontraremos personajes con problemas, intrigas políticas, y conspiraciones en la sombra, pero en nuestra mano estará tratar de ayudarlos o aprovecharte de sus debilidades.