Afortunadamente la tendencia a no cuidar demasiado los lanzamientos destinados a todos los públicos o a los más pequeños de la casa está cambiando en los últimos tiempos, como demuestran producciones como Shrek Tercero o los juegos de los Simpsons, donde se puede notar un cuidado nivel en la producción de los mismos.
Nada más comenzar a jugar, veremos como Kung Fu panda desprende esa sensación desde los primeros momentos, velando por todos los detalles, no solo de fidelidad a la película en que se basa, sino también los apartados técnicos y jugables para que consigan ofrecer un mínimo de calidad.
En su historia controlaremos a Po, un oso panda un poco torpón (curiosamente hijo de un pato ¿?) cuyos sueños de convertirse en un experto luchador de Kung Fu tendrán que hacerse realidad. Cuando parecía que su destino estaba en ayudar a su padre con los tallarines, un giro inesperado del destino lo convierte en el héroe que su pueblo necesita. De nosotros dependerá si Po logra salvar el valle donde viven todos sus amigos y lograr vencer al malvado Tai Lung.
Kung Fu Panda es un juego desenfadado de acción, pero mantiene la suficiente profundidad y evolución para que no resulte monótono tras los primeros minutos. Como todo verdadero ninja, Po tendrá que ir evolucionando sus habilidades, ya que inicialmente no contaremos con demasiados ataques distintos. Poco a poco y en función de nuestra puntuación en cada nivel, podremos adquirir nuevos movimientos, técnicas, etc.. o potenciar cualquiera de los que hemos adquirido anteriormente.
Con ello se logra mejorar la diversión según avanzamos, pero que nadie espere grandes cambios en su jugabilidad, ganar la experiencia necesaria para convertir un pacífico oso panda en una máquina de la muerte no es algo excesivamente difícil. Los enemigos suelen atacar en grupo, generalmente primero los más débiles y más tarde los poderosos lugartenientes y otros enemigos más duros, adoleciendo todos y cada uno de una inteligencia demasiado agresiva, lo cual concuerda perfectamente con la filosofía de un título como este y su público potencial.
No podía faltar el afán recolector propio de un plataformas, recogiendo monedas, comida y otros objetos con los que cumplir ciertas misiones secundarias para los habitantes.
Técnicamente Kung Fu Panda es un titulo sorprendemente cuidado, no solo en el modelado de sus protagonistas, sino también en el diseño y la variedad de sus escenarios, mostrando unas texturas detalladas que logran realzar un notable conjunto visual.
Destaca en este apartado la recreación del agua, con un realismo y una sensación de volumen que a veces podemos echar en falta en otros programas, si bien el nivel de interacción con el jugador es algo limitada. El apartado sonoro también ha sido cubierto con creces, ofreciendo un alto nivel en el doblaje (las mismas voces que la película) unos efectos de sonido correctos y una banda sonora entretenida y alegre que nos acompaña sin destacar demasiado. Con el juego pasa lo mismo que con la cinta en que se basa o con otras tantas como Shrek: lo que en teoría es un producto para los más pequeños de la casa termina entreteniendo igual o más a toda la familia. No pasará a la historia como uno de los mejores juegos de PS3, pero si es uno de los más simpáticos y accesibles de los que hemos disfrutado últimamente.